Edificio del Jardín botánico Atlántico de Gijón
Jardín Botánico Atlántico
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Ampliación del Entorno Cantábrico

Los alumnos de la Escuela Taller “Entorno Sostenible”, han comenzado las labores de plantación en el sector oeste del Entorno Cantábrico, una nueva zona de ampliación que sumará 6.500 metros cuadrados a la superficie visitable del Botánico.

El Jardín Botánico Atlántico ha estado muy implicado desde su creación en la conservación, estudio y divulgación de la flora cantábrica; siendo además el único botánico del noroeste peninsular, es casi una obligación que esta institución dedique una de sus zonas a mostrar la gran diversidad vegetal de nuestro entorno más inmediato. La construcción del Entorno Cantábrico se planteó en dos fases, la primera de ellas, situada al este, ya se encuentra abierta al público desde la apertura del Jardín, con 18 colecciones botánicas que recrean las praderas, matorrales y bosques cantábricos, así como una colección de helechos y plantas acuáticas. Este sector ocupa casi 1,5 hectáreas de superficie (13.000 m 2).

En la última semana de enero, los alumnos de la Escuela Taller “Entorno Sostenible”, han comenzado las labores de plantación en el sector oeste, la segunda fase del Entorno Cantábrico, que sumará 6.500 m 2 a la superficie visitable del Botánico. Su construcción está financiada por el Servicio Público de Empleo, el Fondo Social Europeo y el antiguo Ministerio de Trabajo e Inmigración y su apertura está prevista para el próximo mes de septiembre.

Este nuevo área se destinará a exponer los complejos de vegetación azonal más característicos de los territorios cantábricos, proponiéndose reconstruir ambientes especializados variados tales como una rocalla, donde poder presentar la flora de alta montaña cantábrica, una turbera, un arenal con plantas propias de playas y dunas y cuya arena procede del dragado ejecutado en las obras de ampliación del Puerto de El Musel, e incluso un área de marisma en la que se recrearán los fenómenos de inmersión y emersión provocados por la acción de las mareas.

Además, se pretende cultivar algunas de las plantas cantábricas más raras, así como aquellas que estén sometidas a riesgos de desaparición, contribuyendo a su conservación ex situ. Este es el caso de la Centaura de Somiedo, (Centaurium somedanum M. Laínz), la primera de las especies plantadas en esta zona, considerada por la Directiva Habitat como especie de interés comunitario y prioritaria, y catalogada como especie Sensible a la Alteración de su Hábitat en el Catálogo Regional de Flora Amenazada de Asturias. Su cultivo se incluye en el marco del Proyecto PHOENIX 2014, que tiene como finalidad principal conservar las especies de las plantas españolas más amenazadas en forma de semilla en Bancos de Germoplasma y mediante cultivo, en diferentes Jardines Botánicos españoles, integrados en la Asociación Iberomacaronésica de Jardines Botánicos, y otros centros de conservación vegetal. Los ejemplares cultivados de estas especies amenazadas son susceptibles de ser utilizados en el futuro desarrollo de planes de reforzamiento o recuperación de las mismas.