Estos robledales abundan en las áreas silíceas del núcleo de la Cordillera Cantábrica. Aunque se han sustituido por brezales y praderías en muchas zonas, aún sobreviven magníficas masas. La más extensa y valiosa se localiza en la Reserva Natural Integral de Muniellos, en el suroccidente asturiano.
En las solanas altas de las montañas silíceas están los bosques de porte reducido, donde domina el roble orocantábrico: un árbol endémico de nuestra cordillera, que frecuentemente adopta porte chaparro y se integra en matorrales.