Frutales del viejo mundo

Las pirámides que forman este espacio ofrecen en su ápice el frutal silvestre del que proceden diferentes variedades de cultivo, situadas en cada uno de los vértices. En los laterales, hay frutales silvestres, y frutales arbustivos del viejo continente, como las grosellas o las moras. La colocación en pirámides simboliza el eje cartesiano del viejo mundo.

La familia de las palmeras es una de las más diversas del mundo vegetal, con numerosas especies de frutales. Los más apreciados son el cocotero y la palmera datilífera, (Phoenix dactylifera), cuyo fruto es el dátil.

El naranjo (Citrus sinensis) y los cítricos en general, proceden de Asia. Desde allí se extendió su cultivo, llegando a Europa hacia el siglo XV. Su pariente, el naranjo amargo, había sido introducido, siglos atrás, como planta ornamental y aromática.

El bananero es originario de la Península Malaya. Se trata de una planta herbácea, (Musa x paradisiaca), cuyo aspecto está caracterizado por sus grandes y lustrosas hojas.

Podemos encontrar también, el Malus sieversii , es un manzano oriental, se encuentra aún silvestre en las montañas de Asia Central. Se cree que fue el primer manzano cultivado, hace 15.000 años. Mediante cruzamientos con otros manzanos silvestres de Europa y Asia, fueron apareciendo cientos de variedades nuevas, llegando hasta el millar en la actualidad.

El Malus sylvestris, o manzano silvestre, produce unas manzanas ácidas, utilizadas para la producción de sidra.

Todas las cerezas con sabor dulce, silvestres o cultivadas, proceden de la especie Prunus avium, el cerezo silvestre, común en muchas regiones europeas. Las variedades de este frutal se cultivan principalmente en zonas montañosas de mediana altura.

Por su parte, el almendro o Prunus dulcis es uno de los frutales más importantes de la cuenca mediterránea, ya que soporta perfectamente climas cálidos y secos. En climas más fríos, como el interior peninsular, se cultiva sólo como ornamental, ya que apenas produce frutos.

Del acebuche, (Olea europaea var. Sylvestris), proceden todas las variedades de olivo cultivadas hoy en día en el mundo. También existen otros olivos silvestres, muy parecidos, en Asia y en África.