La mayor parte de estos bosques han desaparecido, ya que al ocupar suelos ricos y profundos han sido sustituidos por tierras de cultivo. Antaño fueron muy extensos en las áreas templadas y oceánicas europeas provistas de suelos ricos.
En ellos son además muy abundantes los arbustos, siendo característicos de sus orlas, los cornejos, los boneteros y los avellanos, y la flora nemoral, que es muy rica y variada. Junto a las alisedas estos bosques son los que mayor número de plantas distintas albergan.