Camelias y otras leñosas acidófilas

Las camelias son uno de los clásicos en los jardines históricos del norte de España. Se ha reunido aquí una valiosa colección de un centenar de cultivares de Camelia japónica. Se trata en general de cultivares antiguos, muchos de ellos difíciles de encontrar en la actualidad. Al final de la pasarela de madera, se han plantado otras especies de camelias, entre ellas la Camelia chinesis, de cuyas hojas tostadas y trituradas se obtiene la popular infusión de te. Esta colección de camelias está considerada como una de las más importantes de jardín público de España.

Rhododendron ´Muttertag´ :

El Rododendro deriva del griego árbol y rosa. En este género se incluyen infinidad de arbustos de vistosas flores. Los de pequeño porte, muchos de ellos de hoja caduca, se conocen vulgarmente como "azaleas".

Pieris japonica ´Variegata´:

Existe una gran variedad de plantas cultivadas del género Pieris: pequeños arbustos japoneses ideales para suelos ácidos. Los cultivares de nombre -variegata- se suelen referir a la mezcla de colores de las hojas.

Platanus orientalis var .acerifolia:

El plátano de paseo es uno de los árboles de sombra más utilizados en la historia. Se sabe que griegos y romanos ya lo plantaban y admiraban, en parte por su gran resistencia y facilidad de cultivo. Los parientes silvestres viven en los bosques de ribera del mediterráneo oriental. Aquí desfila enfrente de las camelias.

Prunus laurocerasus :

El laurel-cerezo, frecuente planta ornamental de parques y jardines, cobra especial importancia en "La Isla", donde se integro en su diseñó como parte importante de numerosos setos y rincones del Jardín. A pesar de su aspecto parecido al laurel, es un pariente cercano de los ciruelos y cerezos.

Taxus baccata :

Considerado un árbol sagrado y mágico desde antiguo, el tejo es también muy apreciado en jardinería, existiendo al menos 100 variedades de cultivo distintas. En "La Isla" predomina en su forma silvestre, a veces utilizado para el revestimiento de laberintos, o podado en topiaria.

Populus nigra :

El álamo negro se considera naturalizado a partir de plantaciones y cultivos que llevan haciéndose desde siglos. Hoy es frecuente verlo en las riberas de los ríos y arroyos. Estos árboles, probablemente ya existían antes de crearse el Jardín de La Isla.

Cedrus atlantica

Al alcanzar un cierto tamaño, los cedros destacan por su elegante y majestuoso porte. En La Isla encontramos magníficos ejemplares, que evocan los majestuosos bosques del Atlas marroquí, en donde tienen su hábitat natural.

Chamaecyparis nooktatensis:

El ciprés de Nootka fue descubierto en la localidad homónima, en Canadá, a finales del siglo XVIII. Es una de las coníferas ornamentales que se adecua bien a climas frescos y húmedos.

Eucalyptus globulus :

Los eucaliptos del Jardín de la Isla se tienen entre los primeros cultivados en el norte de la Península Ibérica, mucho antes de convertirse en uno de los principales cultivos madereros. Estos árboles se respetaron cuando se diseñó el jardín que hoy disfrutamos.

Magnolia grandiflora :

El magnolio es un árbol procedente de la costa este norteamericana. Es muy apreciado en jardinería, pues presenta un agradable follaje siempre verde, y sus grandes flores emanan un penetrante aroma. Prefiere climas frescos y ambientes semisombreados.

Tilia platyphyllos:

Entre los árboles singulares del Jardín de la Isla, destacan varios ejemplares de tilos de hoja grande. Se trata de un árbol autóctono en el cantábrico, que en el siglo XIX ya era valorado como ornamental. Sus inflorescencias tomadas en infusión son relajantes.